domingo, 13 de junio de 2010

Sexo en Nueva York.



Cuando las cosas nos llegan con mucha facilidad nos ponemos suspicaces. ¿Tienen que ser complicadas para que nos creamos que són auténticas? Nos educan en la creencia de que el verdadero amor nunca es fácil. Siempre tiene que haber obstáculos, un segundo acto antes de poder vivir felices y comer perdices para siempre. Pero ¿ qué pasa cuando no hay obstáculos? ¿Significa que falta algo? ¿Necesitamos que las relaciones tengan un toque dramático para funcionar?

1 comentario:

  1. Bea :) me gusta tu blog, te sigo!
    por cierto soy Maria de castellano :P

    ResponderEliminar